Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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La encuesta publicada ayer por el periódico más leído de México, El Universal, sobre la sucesión gubernamental en Quintana Roo, causó gran revuelo a nivel local, pero confirmó lo que ya todo mundo sabe: el PRI se dirige a un día de campo el 5 de junio de 2016, sin importar a quien lance como candidato.
Aunque las encuestas realizadas por los medios periodísticos siempre tienen un considerable margen de error por el reducido tamaño de las muestras –en este caso fueron mil encuestados-, los resultados publicados están bastante apegados a la realidad estatal, aunque algunos no quieran reconocerlo.
Lo primero que llama la atención es que, a pesar de los pesares, el PRI lleva una contundente ventaja sobre cualquier otro partido, dejando claro que Quintana Roo es territorio Tricolor y que, si no ocurre un cataclismo de magnitudes cósmicas, el próximo gobernador será del Tricolor.
En realidad, no se necesitaba hacer una encuesta para saber que la domesticada oposición no tiene posibilidad alguna de competir en el estado pues no representan una alternativa real de cambio para los ciudadanos. Nunca han cumplido con su papel de opositores y los pocos cuadros medianamente conocidos que tiene el PAN y PRD –como la “lady senadora” Luz María Beristáin o la diputada federal “amigui” de los priistas, Patricia Sánchez Carrillo,– están más quemados que Juan Carnaval.
El naciente partido Morena, respaldado por la siempre influyente imagen de Andrés Manuel López Obrador, sigue sin cuajar en el estado y en la encuesta aparece casi siempre en tercer lugar. En lo particular, creo que Morena superará con facilidad al PAN y PRD aún con los conflictos internos desatados por el nombramiento del ex priista José Luis Pech Várguez como virtual candidato.
Para colmo de la oposición, los datos de la encuesta revelan que cualquier candidato del PRI les pone un baile en las urnas. El Tricolor se puede dar el lujo de enviar a Sutanito, Fulanito o Perenganito y ganar con holgura.
Resalta como puntero en la encuesta el alcalde de Playa del Carmen, Mauricio Góngora Escalante, quien es sin duda el más conocido de los aspirantes gracias a su activismo y a una efectiva estrategia de posicionamiento. No por nada se ha convertido en el blanco favorito del “fuego amigo”.
Además de ser el más conocido, Góngora Escalante es el que tiene menor porcentaje de opiniones negativas.
Los otros punteros en la encuesta son Carlos Joaquín González y José Luis “Chanito” Toledo, que aunque aparecieron en tercer y cuarto lugar en el rubro de aspirantes más conocidos, encabezan la lista de opiniones positivas con el primer y segundo lugar respectivamente.
En el balance de posicionamiento político, contemplando las opiniones positivas y negativas, los tres priistas quedan en un empate técnico, con una variación porcentual marginal.
Debajo de los tres punteros aparecen el alcalde cancunense, Paul Carrillo de Cáceres, y el ex diputado federal Raymundo King de la Rosa, con cifras poco menores que sus correligionarios, pero aún muy por encima de cualquier político opositor. Gabriel Mendicuti y Eduardo Espinosa Abuxapqui no fueron tomados en cuenta.
Sin embargo, hay un rival del PRI que no figuró en la encuesta y que representa el mayor peligro electoral para este partido: ellos mismos.
Y es que los conflictos entre los grupos internos y los seguidores de uno y otro aspirante amenazan con descarrilar el tren de la “unidad” priista. Si en la mesa de los acuerdos los egos de los aspirantes les impiden llegar a una alianza, el PRI podría sufrir una fractura que ponga contra las cuerdas sus posibilidades de conservar la gubernatura del estado.
La etapa de negociaciones será ríspida y complicada. Llegar a un acuerdo de unidad se vislumbra difícil y seguramente será necesaria la intervención del PRI nacional para dar los jalones de orejas necesarios y meter orden, porque a nivel local, los dados están cargados.
