Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Tras dos años y medio en prisión, el nombre de la todopoderosa ex lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo Morales, está nuevamente en boca de todos ante la tenue posibilidad de que logre salir de la cárcel para cumplir su condena en prisión domiciliaria, después del meditado golpe propinado por el gobierno federal para allanar el camino a la Reforma Educativa sin ceder más poder y privilegios a la colmilluda política chiapaneca.
Porque guste o no su estilo, Elba Esther impuso un liderazgo de hierro en el SNTE, dictatorial pero efectivo, que convirtió a la organización magisterial en un monstruo capaz de cambiar el derrotero incluso de elecciones presidenciales, lo que quedó más que claro en el 2000 y 2006.
En el SNTE sus órdenes no se cuestionaban: se acataban sin chistar. Ningún líder seccional del sindicato arribó al poder sin su aval, cosa que sabe muy bien el gris dirigente de la sección 25, Rafael González Sabido, cuya victoria se vendió como un triunfo de las bases pero en privado le besó la mano a Elba y le prometió su lealtad.
Pero la política bautizada como “Doña Perpetua” en el libro homónimo del periodista Arturo Cano, cayó con rudeza, porque su resistencia a los puntos más polémicos de la Reforma Educativa afectaba a los maestros, y peor aún, restaba poder al SNTE, que era lo que realmente le dolía.
El obstáculo fue eliminado de tajo y en su lugar el gobierno federal sembró a Juan Díaz de la Torre -incondicional a Elba Esther, antes de su caída- que ha cumplido cabalmente su misión de enterrar y someter al sindicato con más agremiados de Latinoamérica.
La sola posibilidad de la salida de Elba Esther de prisión causa ñañaras entre los actuales líderes del SNTE, tanto a nivel nacional como seccional, pues la mayoría actuó como verdaderos Judas que vendieron su lealtad a la primera de cambios por míseras 30 monedas de plata. Quizá menos.
Pero, ¿dejarán los jueces salir de la cárcel a una mujer que aún tiene el potencial político y económico para convertirse en un personaje incómodo al poder? Y de ser así, ¿cambiará algo en el SNTE con una Elba Esther disminuida y cumpliendo arraigo domiciliario?
Mi pronóstico es que no. El SNTE no volverá a ser lo que era y sus líderes seguirán ostentando sus puestos como títulos nobiliarios, que se escuchan rimbombantes pero que en la realidad no sirven para nada.
Por otro lado, el presidente Enrique Peña Nieto, ejecutor de la caída de Elba Esther imitando el movimiento de uno de sus ídolos, Carlos Salinas de Gortari, no correrá ningún riesgo, por lo que la mítica profesora sólo abandonará la prisión cuando no represente una amenaza para el endeble gobierno federal. Al tiempo.
