Opinión

Campañas y dinero

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Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal

Este domingo el INE ha agitado la bandera a cuadros que marca el inicio de las campañas electorales 2015, por lo que las principales ciudades del estado se convertirán en un gran escenario para el arranque oficial del proselitismo partidista de los 27 candidatos a diputados federales en los tres distritos de Quintana Roo.

En la tradición política mexicana, los arranques de campaña son eventos festivos donde, por lo general, el candidato o candidata pretenden mostrar el músculo a sus rivales, apantallarlos con el “arrastre” inusitado que tienen con la población, aunque por lo general es una imagen ficticia.

Porque son pocos, muy pocos los casos donde el candidato tiene un magnetismo real, un carisma sometido a toda prueba que hace que las masas se rindan a sus pies. Un liderazgo social que convoca multitudes usando únicamente su nombre como bandera.

La realidad es que eso no sucede, y el “músculo” que presumen los candidatos en sus arranques de campaña se alimenta de esteroides anabólicos inyectados de acuerdo a los recursos con los que cuenta cada partido.

Son las estructuras partidistas, con sus operadores y sus militantes, además de sus recursos económicos, los que garantizan el éxito o fracaso de un arranque de campaña, donde la norma es que mientras más gente, mejor.

Y no nos engañemos, todos los partidos caen en la práctica del acarreo y todos derrochan dinero en la medida de sus posibilidades. En las campañas, como en la vida, el que tiene más saliva traga más pinole.

Lo que es un hecho es que este periodo de campañas electorales en el país será uno de los más caros de la historia pues según estimaciones del INE costarán un gran total de 18 mil millones de pesos, aunque los expertos consideran que esa cifra se inflará hasta los 37 mil millones debido a las inyecciones de recursos desviados por gobiernos locales y municipales para fortalecer a sus partidos.

En el medio político, se sabe muy bien, no son los candidatos los que ganan campañas, es el dinero, sobre todo en un país con tanta pobreza como el nuestro. En eso se traduce todo.

Una realidad que se refleja en la lapidaria frase del genial personaje de Frank Underwood en la serie política del momento, House of Cards: “siempre dije que el poder es más importante que el dinero, pero cuando se trata de elecciones el dinero es un digno rival del poder”.

registro arlet y chanitoEn la capital, la diferencia de fuerzas entre los partidos –que no los candidatos- es abismal, pues en una analogía vehicular la priista Arlet Mólgora Glover estaría a bordo de un Fórmula 1, mientras sus contrincantes conducen modestos “vochitos”, en el mejor de los casos.

La fuerza del motor Tricolor le brinda a la joven candidata una ventaja natural, aunque tampoco hay que descartar las habilidades de pilotaje de los rivales. Porque en un panorama general con los contendientes ubicados en la línea de salida este domingo, la carrera luce completamente injusta, tal como en la fábula de la liebre y la tortuga, cuya moraleja no debe ser olvidada.

La costosa carrera ha dado inicio y a los ciudadanos nos esperan dos meses de bombardeo mediático donde veremos a los candidatos hasta en la sopa, propinándonos nuestra ración diaria de promesas huecas y verborrea política disfrazada de “propuestas” de trabajo.

Así es nuestra democracia, y no va a cambiar hasta que como ciudadanos nos eduquemos y dejemos de distraernos con el oropel del marketing político para centrarnos en el fondo de las propuestas, en aquel candidato con más merecimientos, con más inteligencia, con mayor afinidad con el pueblo que pretende representar.

Solo entonces, cuando los votantes seamos capaces de distinguir lo real de lo superficial, las elecciones pasarán a ser un ejercicio verdaderamente democrático donde el dinero dejará de jugar un papel preponderante.

Lamentablemente, como sociedad estamos muy lejos de ese punto.

Alexander vs Florentino

El sorpresivo anuncio de que el ex dirigente magisterial Florentino Balam Xiu se postuló como candidato suplente de Movimiento Ciudadano a la diputación federal en fórmula con el ex líder nacional del SNTE, Rafael Ocho Guzmán, levantó ámpula en el sector educativo y en el Partido Nueva Alianza –al que pertenecía Balam Xiu- que lanzó como candidato de mayoría y plurinominal a otro ex líder local del SNTE, Alexander Zetina Aguiluz.

Ambos fueron secretarios generales de la Sección 25 del SNTE; ambos fueron diputados locales, pero las coincidencias terminan allí.

???????????????????????????????Porque mientras que Florentino Balam Xiu es reconocido como uno de los dirigentes sindicales más eficientes que han pasado por la sección 25, y como un personaje con talento político natural, Alexander Zetina está en el otro extremo: un personaje gris, mediocre y nada querido por su gremio, pero que ha sabido exprimir las posiciones para su beneficio.

No sorprende que Florentino haya decidido emprender un camino en otro partido –se había tardado– dado que en Nueva Alianza las puertas se le cerraron casi desde el principio. Hace varios años escribí que desde mi perspectiva, el profesor Balam Xiu era de los políticos más destacados egresados del SNTE, pero que su talento estaba desperdiciado pues solo le daban “chambitas”, cual chalán de segunda.

Ahora, aún como suplente, Florentino puede resucitar una carrera que ha estado en stand by desde su rebeldía a la todopoderosa maestra Elba Esther Gordillo, que al parecer nunca le perdonó la afrenta aunque Balam Xiu demostró su lealtad con creces.

Ambos ex líderes harán campaña. Alexander, obligado a conseguir una votación que le permita contribuir a que el Panal conserve el registro, porque la diputación ya la tiene en la bolsa por la vía plurinominal, y Florentino apoyando a la candidata de mayoría de Movimiento Ciudadano, una desconocida Varinia González.

Ambos lucharán por captar el voto del magisterio, por lo que será sumamente interesante ver los resultados de los dos partidos tras las elecciones del 7 de junio, donde quedará claro quién de los dos goza de mayor simpatía en el gremio magisterial.

Posdata: No hay que perder de vista en este proceso al diputado local de Nueva Alianza, Emilio Jiménez Ancona, cuyo corazoncito estará divido. Por un lado, su partido, que le ha permitido sin merecimientos reales ocupar una curul en el Congreso local; por el otro lado, su padrino político, Rafael Ochoa Guzmán, quien desde la presidencia nacional del SNTE lo apapachó e impulsó para llegar a ocupar la secretaría general de la Sección 25.

Sus roces con Zetina Aguiluz son de dominio público, pero de apoyar a un candidato de otro partido estaría cometiendo una deslealtad que lo podría dejar fuera de Nueva Alianza. Jiménez Ancona le debe mucho a Rafael Ochoa; también le debe mucho al Panal ¿A quién apoyará Emilio?

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