En la Red

Las promesas de los candidatos

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Chetumal, 25 de mayo
Anwar Moguel

mahmud

En su desesperación por ganar adeptos en la recta final rumbo a la jornada electoral del 7 de junio, los candidatos a diputados federales de uno y otro partido han subido las apuestas, firmando cheques sin fondos a golpe de lengua que quedarán, en el futuro, como un cúmulo de promesas incumplidas.

El fenómeno que raya en la mitomanía se replica en todos los distritos y es indistinto entre los candidatos de cualquier color.

En la capital, por ejemplo, el panista Mahmud Chnaid Novelo se ha colgado del tema del IVA, prometiendo que si llega a la curul en San Lázaro volverá a bajar la tasa para Quintana Roo al 11 por ciento, lo cual se ve poco menos que imposible.

La priista, Arlet Mólgora Glover, por su parte asegura que gestionará más fondos para obra pública, que dinamizará con su trabajo legislativo la economía del sur, y de paso que apoyará a las alicaídas escuelas normales en Bacalar y Felipe Carrillo Puerto.

Otro ejemplo de promesas que más bien parecen castillos en el aire, son las de la candidata de Nueva Alianza en el Distrito 01, Gabriela Barquet, que promete la desvinculación del salario mínimo de multas, créditos e hipotecas, y después lograr un aumento “digno y significativo”.

Andrés Ruiz Morcillo, candidato independiente, y Domingo Flota, del PRD, ambos del Distrito 02, han barajeado entre sus propuestas pugnar por la autonomía de la Universidad de Quintana Roo, tema anhelado por los académicos de la Máxima Casa de Estudios pero que parece estar lejos del ámbito de acción de un diputado federal.

En fin, las promesas se cuentan por cientos. Cada día se acumulan más en todos los municipios, de todos los candidatos, en todo el estado.

Si queremos darnos una idea de cuantas promesas en realidad serán cumplidas, basta con evaluar el trabajo de los diputados federales actuales y saber lo que nos espera.

Los candidatos saben muy bien que prometer no empobrece, y aunque están conscientes que de ganar no cumplirán ni el uno por ciento de sus propuestas, se trata de embaucar incautos, de convencer a indecisos con propuestas que se oyen bonito, pero que son inalcanzables en los hechos.

No les compre las promesas a los candidatos, para que no se decepcione después.

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