Opinión

Luis Torres, bajo presión

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Palacio-Municipal-Luis-Torres

Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Si algún presidente municipal está sintiendo –toda proporción guardada– una presión similar a la del gobernador electo Carlos Joaquín González, ese es justamente el chetumaleño Luis Torres Llanes, quien se convirtió en el depositario de las esperanzas de cientos de miles de capitalinos que han sufrido el hundimiento gradual tanto de la capital como de la zona rural del municipio.

Luis Torres, que en sus largos años de militancia en el PRI no estuvo ni cerca de ser candidato a la presidencia municipal, se convirtió en un verdadero fenómeno electoral en el pasado proceso, propinando una inolvidable tunda a su repudiada ex correligionaria, Arlet Mólgora Glover, quien por primera vez cobró conciencia de su triste realidad.

Pero el aluvión de votos que recibió Torres Llanes conlleva una enorme responsabilidad y una losa de estrés para el alcalde próximo a debutar, debido a que los chetumaleños esperan un cambio notorio e inmediato en los servicios públicos municipales y en la atención a la capital y sus alrededores.

predial-municipioY es en ese punto donde la puerca tuerce el rabo, porque la misión luce harto complicada debido a la pésima situación financiera del Ayuntamiento, lo que reduce el margen de maniobra para cualquiera que tome el mando.

El alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui ya sintió el rigor de dirigir un municipio hipotecado, pues hace tres años llegó a la presidencia municipal fortalecido por el recuerdo de su paso por la alcaldía del 2002 al 2005, periodo del que salió con una elevada popularidad que le dio el impulso para seguir creciendo en política y ser un contendiente priista con posibilidades a la gubernatura en 2010.

Ahora, ese Abuxapqui que se recordaba como uno de los mejores alcaldes de Chetumal, ha dilapidado gran parte de su capital político en el último trienio donde simplemente no pudo con el paquete. Si bien realizó un mejor papel que su antecesor, Carlos Mario Villanueva Tenorio, es un hecho que muchas cosas andan mal en el Ayuntamiento capitalino.

El chetumaleño se cansó del abandono; se cansó de vivir en una ciudad sucia, donde con suerte el servicio de recoja de basura funciona un día a la semana. Se cansó de los miles de baches que invaden las calles dejando algunas vías intransitables. Se cansó de obras mal planeadas y mal hechas con derroche multimillonario de recursos públicos, como la cacareada remodelación de la Avenida de los Héroes que no ha servido para un carajo. Se cansó del pésimo servicio de agua potable, digno de una ranchería, y de ser tratado como ciudadano de segunda.

Luis-Torres-023Enfundado en la casaca del PAN, Luis Torres capitalizó ese cansancio en un triunfo histórico, pero desde el primer minuto que asuma el control del gobierno municipal a finales de septiembre será exigido al máximo por una sociedad dominada por la impaciencia.

La alta popularidad que cosechó el chetumaleño en las urnas le brindará oxígeno quizá para el primer semestre de su administración, pero los resultados se tienen que empezar a reflejar no más allá de esos 180 días.

Torres Llanes enfrentará un reto que se visualiza difícil en extremo, pero tiene algunos puntos a su favor, el primero y más importante de todos, el respaldo del próximo gobernador Carlos Joaquín González, quien tiene su propia deuda con los capitalinos y que prometió en campaña y tras su victoria devolver su esplendor original a Chetumal.

El perfil mesurado y una carrera sin escándalos ni manchas son también aspectos positivos de Luis Torres, aunque falta ver si podrá soportar las enormes tentaciones que vienen aparejadas con el poder y el uso a discreción de recursos públicos.

Si supera la prueba digna de un capítulo de Misión Imposible en el Ayuntamiento capitalino, Luis Torres Llanes estará en posición de privilegio para subir nuevos peldaños en la política local, pues en el 2018 podría pensar en la reelección, o incluso en una diputación federal o una senaduría.

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