Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
.
¡Mi candidato ganó!, fue el grito unánime de los seguidores de uno u otro aspirante a la gubernatura tras el debate público del sábado pasado que no cumplió con las expectativas, en gran parte debido al rígido formato impuesto por el árbitro electoral local.
El esperado debate que se llevó a cabo cinco minutos antes del término de las campañas y que fue el único encuentro donde los cinco candidatos a la gubernatura se vieron las caras, representaba la última oportunidad para que los gladiadores sumaran puntos a sus causas, ya en pleno cierre de proselitismo.
La atención, como era previsible, estuvo centrada en la actuación del priista Mauricio Góngora Escalante; de su principal rival, el neo panista-perredista Carlos Joaquín González, y del candidato de Morena, José Luis Pech Várguez. Alejandro Alvarado Muro (PT) y Rogelio Márquez Valdivia (PES) no atrajeron tantos reflectores.
La estrategia de cada uno de los tres contendientes con posibilidades estuvo definida desde el principio: el Dr. Pech, a la ofensiva, repartió certeros golpes verbales a diestra y siniestra; Carlos Joaquín, a la defensiva, respondió tibiamente a los ataques del moreno e inmediatamente se iba a lo seguro, exponiendo sus propuestas; y Mauricio Góngora no quiso subirse al ring, ni a dar ni a recibir.
Pero, ¿quién salió triunfador? Eso depende de la perspectiva de cada uno de los espectadores y su “corazoncito”, ya que seguramente verán en su favorito mayores virtudes que en el adversario. Los seguidores de Mauricio afirman que “ganaron las propuestas” y celebran que su candidato no haya caído en provocaciones, y los de Carlos Joaquín alaban la “ecuanimidad” del cozumeleño.
Desde mi particular punto de vista, el que se llevó el debate fue el Dr. José Luis Pech Várguez, pero el que ganó con el debate fue el priista Mauricio Góngora Escalante.
La razón es muy simple. El debate fue la última oportunidad para llegar a los indecisos. La última oportunidad para convencer a aquel ciudadano que piensa votar, pero que a unos días de la jornada electoral aún no define por quien.
Pech Várguez desde su primera intervención marcó cuál sería su tónica, lanzando afirmaciones contundentes contra sus rivales y cuestionándolos directamente. De Mauricio no recibió respuesta; de Carlos Joaquín recibió respuestas timoratas. Fijó su imagen como una opción “diferente”.
Considero que la actuación del moreno le hizo ganar algunos puntos en la recta final de la contienda, lo que beneficiará directamente al candidato priista, Mauricio Góngora, ya que esos votos no los pierde el PRI, sino la alianza PAN-PRD.
De allí que, aunque Mauricio se mantuvo en su zona de confort en el debate sin salirse del guión, resultó ser, a final de cuentas, el que salió ganando.
