Chetumal, 21 de octubre
Anwar Moguel
A punto de cumplir un mes de haber iniciado la administración joaquinista, decenas de poblanos han tomado por asalto importantes puestos de la administración pública, donde no solo se han apoderado del control de las finanzas del estado, del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social y del Patrimonio Inmobiliario (Ipae), sino que ahora hasta en la seguridad (C4) han impuesto a sus paisanos.
Encabezados por el ex aspirante priista a la presidencia municipal de Huauchinango, Puebla, Juan Melquiades Vergara Fernández, quien en su momento declaró que no pudo ser el candidato tricolor en su estado por que “todos me querían, menos los priistas”, ha arribado una oleada de poblanos a la entidad, lo cual está dejando mal parado al gobernador Carlos Joaquín González, pues la tunda en redes sociales -más que en los medios de comunicación- es implacable.
Lo que más preocupa es que al parecer se está replicando la misma estrategia financiera que durante casi 12 años utilizó el tristemente célebre “doctor” Eliezer Villanueva Lanz, operador de los ex gobernadores Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, solo que ahora es el otro “doctor”, Juan Vergara, el encargado de seleccionar e imponer a las personas que manejan recursos en las diversas dependencias, organismos y hasta en municipios, convirtiéndose con ello en el jefe supremo de los administradores y tesoreros, quienes le deben de rendir cuentas directamente.
Sería muy ingenuo pensar que la llegada de esta turba de poblanos es obra de la casualidad, ya que no se necesita ser politólogo para darse cuenta que vienen con el objetivo de recuperar lo invertido –con todo e intereses- por el todavía gobernador poblano, el panista Rafael Moreno Valle, y llevar a cabo negocios al amparo del poder.
Las ambiciones de Rafael Moreno son de sobra conocidas, y su imagen aparece hasta en la sopa. En medios electrónicos, impresos, revistas y programas de televisión nacional. Todo eso cuesta y mucho, y parece que Quintana Roo está siendo parte de la colecta.
De hecho esta situación provocó incluso una fuerte reacción de la diputada federal del PAN, Patricia Sánchez Carrillo, quien prácticamente reconvino a Carlos Joaquín con un juego de palabras que no dejó lugar a dudas a quienes se refería.
Los integrantes de esta horda de poblanos en su mayoría rebasa los 35 años, no llegan a establecerse, a invertir y formar nuevas familias quintanarroense; tampoco llegan porque son mejores funcionarios, más honestos, idóneos y aptos que los quintanarroenses. No. La lógica índica que el objetivo es hacerse de recursos para fondear la hiperadelantada campaña presidencial de Rafael Moreno Valle, creador de la fallida “Ley Bala”.
No podemos pensar de otra manera, porque la forma en que han llegado ha sido nada transparente; los funcionarios son colocados en los puestos de manera discreta, a veces sin presentación oficial, labor que es realizada a oscuras por gente de confianza del chetumaleño Manuel Alamilla Ceballos. A diario y con maleta en mano, arriban estas personas al estado y de inmediato son dados de alta en las nóminas gubernamentales, pese a que en muchos de los casos se violenta la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado, que dispone que para ser funcionario de ciertos niveles se tiene que ser nativo del estado o tener no menos de 5 años de residencia.
Desde el 2013 que se llevó a cabo la nociva “reingenería borgista”, un promedio de 300 negocios han cerrado sus puertas en Chetumal. En la capital se vive una crisis económica grave, donde ya ni los días 15 y 30 se hacen sentir entre los comerciantes que quedan vivos. La medida de contratar gente de fuera del estado, tendrá el mismo efecto contraproducente que ha tenido la entrada de cadenas comerciales y tiendas de conveniencia en la capital: el dinero que estas personas obtengan no se verá en la ciudad.
Muy temprano está concluyendo la luna de miel entre los que creyeron en el proyecto joaquinista y el mandatario. Muchos de ellos ya hasta firmaron su divorcio, y por lo visto a la máxima autoridad en el estado pareciera que no le interesa saber los motivos del malestar de la ciudadanía.
El gobernador está a tiempo de quitarse de encima a un grupo de aduladores y vividores que están a su alrededor para ver la realidad de lo que viven y sienten los quintanarroenses, el pueblo que votó por él, y le brindó su confianza para sacar al estado del bache.
2 Opiniones
Que tristeza y decepción, la cuestión va más allá si son de origen poblano o de otras partes de la república, porque muchos de fuera aman fuertemente a Quintaba Roo, el problema radica en que se estan violando las disposiciones normativas de manera muy descarada sobre todo la que prescribe que los funcionarios deben de tener una antiguedad mínima de 5 años viviendo en la entidad, y lo más peor aún es que los que hicimos posible el cambio se nos está desplazando y denigrando.
Con prepotencia, hostigamiento, acoso laboral y sexual hacia el personal a su cargo, es como se dirige el Sr. José Antonio Mendoza Ramírez, desde que por instrucciones del gobierno del “cambio”, fue nombrado Coordinador de los C4’s de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Para variar otro poblano más, impuesto por Juan de la Luz Enríquez Kanfachi, también poblano y asesor del Gobernador.
El Sr. José Antonio Mendoza Ramírez, desde que tomó su cargo, no ha cesado de hostigar a los empleados de los C4’s, y muy particularmente al sexo femenino. A las empleadas mujeres, les hace preguntas muy personales que no tienen nada que ver con el puesto que desempeñan, así como también les hace insinuaciones de índole sexual, utilizando estas, como condicionantes para continuar en su empleo y que de no acceder, inicia una batalla de asedio, intimidación y apabullamiento contra ellas para orillarlas a renunciar o ceder a sus acosos.
Es muy marcada su aversión e inquina hacia las empleadas mujeres. Cualquiera en la secretaría y en los C4’s puede constatar su mal trato hacia el personal en general pero especialmente hacia las féminas. Se dirige a ellas con humillación, entrando a sus oficinas azotando la puerta, gritándoles y amenazándolas de que no están haciendo bien su trabajo, y argumentando que no son aptas para el puesto y que las va a correr, pero sin decirles ni comprobarles en qué según él están “mal”.
Desgraciadamente, este señor en todo momento les hace mención y recordatorio de que él fue asignado por el gobernador, que él es su único jefe y que tiene línea directa con él para poder hacer los movimientos que le vengan en gana. Este es su argumento y cantar constante.
Estas personas que se han acercado a denunciar se preguntan, ¿Dónde está la equidad de género de la que tanto “presumen” llevar a cabo? Sobre todo hacia personas con años de servicio al gobierno, que nunca han tenido queja alguna de su labor y que se han desempeñado con honestidad y responsabilidad. No es justo que de buenas a primeras solo por cumplir con compromisos, coloquen en puestos privilegiados con sueldos elevados, a personas que ni siquiera conocen nuestro estado, sus necesidades y que mucho menos se interesan en indagarlo y elaborar un plan de trabajo. Es muy claro que su consigna es más bien intimidar a los quintanarroenses para que renuncien y dar cabida a más gente foránea o cercana a ellos.
Hay que recordar que al inicio de la administración, a todos los empleados les hicieron firmar con engaños y bajo amenaza, una CARTA RESPONSIVA DE NO DESEMPEÑO EN OTRO EMPLEO, la cual es usada por Mendoza Ramírez, como otra arma para intimidar a los empleados que por tener sueldos bajos, pagos tardíos (hasta dos semanas de atraso) y no ser suficiente para el sustento de sus familias, se han visto en la necesidad de adquirir otro empleo para compensar esas carencias; pero que a pesar de ello, cumplen con su horario laboral en la Secretaría.
Si no están afectando sus actividades y horas laborables, ¿POR QUÉ no pueden tener otro empleo? O mejor aún Sr. Antonio Mendoza, por qué en lugar de estar hostigando y acosando a sus colaboradores, esta gente que conoce mejor que usted a Quintana Roo y que llevan años desempeñándose y realizando su trabajo con empeño y dedicación, y que, la mejor muestra de ello es que sus centros de trabajo están activos y certificados, a pesar de las carencias de la administración anterior y actual; POR QUÉ no mejor se dedica a indagar cuáles son sus necesidades, a mejorar sus condiciones de trabajo, así como las de los C4’s, o acaso ya lo hizo? Porque créanos, nadie lo ha percibido, solo se ha visto su repudio hacia los quintanarroenses, expresándose de nosotros como “gente incapaz, gente inferior”.
Aunado a todo lo anterior, y de las bajas logradas por el Sr. José Antonio Mendoza Ramírez en la secretaría y específicamente en los C4’s que se supone son su responsabilidad, ha impuesto gente que a la vez utiliza como eco y réplica de su hostigamiento, ya que no cesan de amenazar a sus compañeros de trabajo, haciendo alarde de que son protegidos del Sr. Mendoza, y argumentando también, que ya les prometió asignarles puestos de mayor jerarquía con obviamente mayores ingresos.
También existen otras personas que le ayudan a la tarea de amedrentar a los empleados, estos, casualmente trabajan en C4 y son conocidos suyos de años, ya que tiene parentesco con ex colaboradores de él cuando estuvo en Cisen y Gobernación y a manera de “amiguísimo”, les ha prometido también, ocupar puestos más altos con mejor sueldo con tal de que le ayuden a tener “bajo control” al resto de personal y para que le informen cada suceso en esos centros de trabajo.
Sr. José Antonio Mendoza, no somos ex Cisen, ni tenemos relación con la SIEDO y mucho menos tenemos delirio de persecución como usted sabrá, pero bien sabemos que hasta se cambiaba el nombre cuando estuvo activo participando en la campaña a favor del gobierno actual, según usted para pasar desapercibido; clásica acción de un ex elemento de dependencia de investigación, o no Sr. Mendoza?
Señor Gobernador, usted le prometió a los Quintanarroenses NO más despidos, NO a la violencia de género sino equidad, NO más excesos, sino más oportunidades, por tal razón le pedimos líderes, representantes que sepan trabajar, proponer, planear, organizar, solucionar, trabajar en equipo, NO intentos o pedazos de personas que según ellos piensan vienen a enseñarnos a los quintanarroenses a trabajar, cuando ni ellos mismos saben el significado de la palabra, ya que es claro que solo se guían por la incapacidad e ineptitud que en ellos mismos alberga.