Chetumal, 29 de julio
Anwar Moguel
En un contundente oficio fechado el 25 de julio de 2016, el ciudadano Héctor Alarcón Galindo, quien ocupaba la jefatura del Área de Comunicación y Difusión del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) hasta el 6 de julio de este año, denunció actitudes “crueles y hostiles, que rayaban, por sus proporciones, en tortura psicológica, hasta, posiblemente, configurar acoso laboral” de parte del presidente del Teqroo, Víctor Venamir Vivas Vivas, en su contra.
La denuncia contra el funcionario electoral, enviada al Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Roberto Gil Zuarth, y al Presidente de la Junta de Coordinación Política, Emilio Gamboa Patrón, pide la protección constitucional de sus derechos laborales y políticos, a la vez que narra los pormenores de la tortuosa relación laboral que sostuvo Héctor Galindo con su superior, Víctor Vivas Vivas, desde el 2012.
En el escrito, el demandante señala que Víctor Vivas provocó que su estancia en el Teqroo fuera insostenible, “debido a la actitud prepotente, degradante y exacerbada de parte de dicho representante legal del tribunal”.
De esta denuncia existe un antecedente que el mismo funcionario que pide la intervención del Senado para proteger sus derechos exhibe y adjunta al oficio enviado, pues el 26 de febrero de 2015 dirigió una misiva al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales; al Presidente de la Mesa Directiva del Senado, Miguel Barbosa Huerta; al propio Emilio Gamboa Patrón, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, y al Presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Pedro Flota Alcocer, con el objetivo de defenderse de las actitudes de acoso laboral de las que era víctima.
En esa primera denuncia, señaló lo siguiente:
“El que suscribe, Héctor Alarcón Galindo, quien se desempeña en el área de Comunicación y Difusión del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo), por este conducto me dirijo a Usted(es) y, a través suyo, al Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Pleno de la H. Cámara Alta del Congreso de la Unión, y al Pleno de la H. XIV Legislatura del Congreso del Estado, con el objeto de ser escuchado para defender mi derecho a la libertad de trabajo, la igualdad, la no discriminación y la dignidad de uno como persona, al amparo también de lo considerado en tratados internacionales respecto a la protección de los derechos humanos.
Con relación a lo antes expuesto, debo señalar que considero haber sido objeto de manifestaciones crueles y hostiles que se han convertido, por sus proporciones, en una tortura psicológica hasta configurar acoso laboral.
Dichas manifestaciones, realizadas por el Magistrado Presidente del TEQROO, Maestro Víctor Venamir Vivas Vivas, han contenido calificativos que estimo difamatorios, o incluso términos calumniosos hacia mi persona y desempeño profesional, realizando estos señalamientos ante diversos trabajadores del Tribunal, en momentos extramuros ante personas ajenas a la plantilla laboral o, en situaciones distintas, en un nivel más aislado (interpersonal), considerando que estas acciones podrían tener el objeto de aislarme y excluirme bajo supuestos de faltas graves al desempeño de las funciones establecidas en la Ley Orgánica del TEQROO o a la supuesta ineficiencia en la asimilación y ejecución de instrucciones, con el fin de colocar en el cargo que tengo a otra persona, tal y como lo ha mencionado y destacado el Magistrado Vívas Vivas en ocasiones diversas”.
El afectado afirma que estas conductas reiteradas en su contra le ocasionaron “grados de angustia o incluso rasgos de depresión físicos como pérdida de peso, dolores de cabeza o insomnio”.
Ante la situación descrita, Héctor Alarcón en su calidad de funcionario del Tribunal realizó esta denuncia a la Suprema Corte, al Senado y al Congreso local, “al estimar que el Área Administrativa del órgano jurisdiccional electoral ha quedado rebasada por la figura del Magistrado Presidente”.
A pesar de esta denuncia presentada hace más de un año, la situación laboral no cambió, y el afectado deja claro en los documentos, en poder de PolíticaQR.com y de este comunicador, que el acoso laboral o “mobbing” del titular del Teqroo hacia su persona continuó y se acentuó, provocando la afectación laboral esperada desde el principio por Víctor Vivas, obligando al trabajador a separarse de su cargo.
En su nueva denuncia, el funcionario afectado señala que: “Por lo anterior es que me atrevo a elevar la presente solicitud de amparo de mi antiguedad en el trabajo y la legal y constitucional indemnización por una separación obligada, resultado del maltrato y mobbing laboral”, para lo cual invoca el artículo 50 de la Ley federal del Trabajo, que establece que “cuando se trate de acoso laboral el trabajador tendrá derecho al doble de la indemnización referida, y en este caso, el plazo para la separación correrá a partir de la última ocasión en que se hayan dado las causas”.
En ambos oficios – el de 2015 y 2016-, la víctima de acoso de Víctor Vivas Vivas se manifiesta dispuesto a detallar las conductas hostiles que se han presentado por parte del Magistrado Vivas Vivas, de manera sistemática.
El asunto está ya en manos de las autoridades del Senado, quienes fueron los responsables de la ratificación en el cargo de presidente del Teqroo del cozumeleño Víctor Vivas Vivas.
