Opinión

El talón descubierto de Morena

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Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal

El escenario de guerra electoral para el megaencuentro en las urnas de 2021 empieza a quedar claro: Morena, por sí solo, cuenta con un voto duro suficiente para apalear a cualquier rival en un mano a mano en prácticamente todos los estados; sin embargo, el desgaste acelerado que ha sufrido el partido ya en el ejercicio del poder le ha hecho perder muchos puntos, dejando su talón de Aquiles al descubierto.

Al igual que el mítico guerrero griego, el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador adquirió un aura de invencibilidad después de destrozar en el 2018 al PRI y al PAN en la contienda electoral, ganando la presidencia, el control absoluto de las dos cámaras del Congreso de la Unión, gubernaturas y cientos de presidencias municipales. En un tris, los guindas se convirtieron en la primera fuerza política del país.

El tsunami obradorista fue tan demoledor que se pensó entonces que la disminuida oposición tardaría lustros en levantarse. Nadie pensaría que en solo dos años el propio Morena abriría la posibilidad de triunfo para sus acérrimos rivales.

En reciente encuesta del periódico El Financiero es visible la vulnerabilidad de Morena: en estos momentos, 33 de cada 100 mexicanos votaría a favor del partido guinda, mientras que 34 votarían en contra; 10 se manifiestan como indecisos y el resto asegura que no votaría.

Para Morena, la buena noticia es que sus simpatías duplican o triplican a las de cualquier partido opositor en solitario, por lo que en batallas uno a uno barrería con el que sea… no así con una oposición organizada en un solo frente.

Y el viento empieza a soplar en esa dirección. A nivel nacional, las cúpulas del PRI, PAN y lo que queda del PRD, ya han reconocido en público que hay acercamientos para negociar los términos de una alianza, un BOA de la vida real, con el único objetivo de derrotar al gigante del momento y arrebatarle, sobre todo, el control del Congreso.

En los estados el juego también está abierto. En Quintana Roo, por ejemplo, donde todo lo que pase en el 2021 impactará en la sucesión gubernamental de 2022, podríamos ver el nacimiento de un frente opositor que no solo incluya al PAN, PRD y PRI, sino también a Movimiento Ciudadano, al nuevo PES y a los partidos locales Confianza y Más. Todos contra Morena, quien tendría de su lado -si las presiones internas no rompen la alianza- al casquivano Partido Verde y al PT.

El encontronazo de pronóstico reservado sería un buen dinamómetro para medir la fuerza política real de cada coalición, cuyos resultados servirán para tomar decisiones justo en la antesala del ya no tan lejano 2022.

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