Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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La clausura temporal del Centro de Estudios Universitarios Vizcaya de las Américas en Chetumal hizo correr ríos de tinta en diarios y medios digitales donde se ha dado seguimiento al escabroso asunto por ser de gran interés público.
No era para menos, la posible afectación a cerca de 900 estudiantes de esa Universidad Privada señalada como “patito” porque sus estudios no cuentan con la validez oficial fueron la comidilla de las últimas semanas, aunque el asunto resultó ser mucho más simple de lo que parecía.
Y es que en ese mar de desinformación hubo quienes culparon a la Secretaría de Educación y Cultura de permitir ofertar licenciaturas a una Universidad irregular, sin saber a ciencia cierta cómo se dieron los hechos.
La secuencia de hechos deja constancia que la dependencia educativa local actuó de manera oportuna, evitando mayor afectación para los estudiantes.
La Universidad Vizcaya inició operaciones en esta capital desde el 2013. Desde su apertura, demostró ante la Secretaría de Educación de Quintana Roo que el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de sus licenciaturas estaba en trámite.
En 2014, la SEyC realizó nuevamente dos inspecciones a la casa de estudios, en mayo y noviembre, en ambas ocasiones constataron que el proceso de reconocimiento seguía en trámite ante la SEP, la autoridad federal.
Cabe señalar que la normativa vigente permite operar a las universidades con RVOEs en trámite, por lo que no hubo ningún tipo de sanción.
Fue hasta el último día de abril de 2015 cuando la SEP finalmente negó el Reconocimiento de Estudios a la Vizcaya, notificando al centro educativo en mayo de este año. Por su parte, la Secretaría de Educación se percató de ese hecho casi de inmediato, por lo que en junio, cumpliendo con el procedimiento obligatorio, iniciaron con un proceso administrativo en el que se exigía a los directivos de la Universidad regularizar su situación, abriendo la posibilidad de tramitar los RVOEs a nivel estatal.
La irresponsabilidad no fue de las autoridades educativas que estuvieron atentas en todo momento, sino de los directivos del plantel que hicieron caso omiso al procedimiento administrativo que culminó con una clausura a las instalaciones.
Tras la clausura, directivos de la Universidad a nivel nacional acudieron de inmediato a regularizar el estatus del centro universitario, iniciando así el trámite de Reconocimiento oficial ante la dependencia estatal, que levantó la clausura dado que se cumplieron las condiciones para ello.
Por su parte el titular de Educación, José Alberto Alonso Ovando, externó este viernes que la intención de la SEyC fue, en todo momento, garantizar el derecho a la educación de los alumnos de la Vizcaya, e incluso el procedimiento administrativo se realizó con ese fin.
Tras el lío que se armó y la ola de información y desinformación en medios y redes sociales, el funcionario explicó que los estudiantes y sus familias pueden estar tranquilos, pues se están dando los pasos necesarios para que al concluir sus carreras cuenten con títulos profesionales completamente válidos.
Y el lío, se acabó.
Precisión necesaria
Un abogado del Congreso local me contactó tras leer mi columna del pasado miércoles publicada en Novedades Chetumal titulada “La amnesia de Fidel” donde escribí lo siguiente: “Tras seis años como magistrado y cuatro años en el cargo de presidente acaba de ser palomeado por el Congreso local para un periodo más de seis años al frente del Tribunal”.
El amigo leguleyo me precisó que el Congreso ratificó a Fidel Villanueva en el cargo de Magistrado únicamente, no en la presidencia del Tribunal como manejé en mi texto.
Al magistrado presidente –me comentó– lo eligen exclusivamente los propios magistrados del Poder Judicial, no los diputados.
