ESPECIAL
Es notoria y notable la participación de los habitantes de Solidaridad, un destino donde migrantes nacionales e internacionales lo han elegido su hogar, lo que le otorga una característica singular a esta sociedad, cada vez más consciente en cuanto a derechos y obligaciones.
Ejemplos son las recientes manifestaciones en favor de la protección animal para sacar de la Quinta Avenida a quienes encadenan a monos y jaguares cachorros a cambio de una propina; los muros de expresión que convirtieron a la Colosio en una galería urbana del arte; la organización activa de padres que exigen la entrega de útiles escolares; la denuncia reiterada por los excesivos cobros de empresas dedicadas al servicio de grúas que operan sin concesión, entre otros.
La voz ciudadana está presente todos los días y se manifiesta a través de los representantes populares que integran el Cabildo. ¿Por qué no siempre se legitima esa voz? Algunas de estas exigencias e inquietudes han sido puestas en la mesa por la regidora perredista Laura Beristain Navarrete, pero no todas prosperan.
Como los ejemplos anteriores, hay otros: la reforma al Reglamento de Seguridad Pública a fin de limitar la jornada laboral de policías a 8 horas como marcan las leyes para que no continúen con el sistema de 24 horas de trabajo por 24 de descanso; el proyecto de reforma al Bando Municipal para beneficiar a niños, niñas y jóvenes con útiles escolares en el nivel básico y la educación media superior, o los proyectos de reglamento para regular los grafitis y murales.
Y sigue la lista: la reforma al artículo 20 Fracción XXIII del Reglamento para la Prestación del Servicio de Transporte Urbano del Pasajeros en Autobús en ruta establecida para el servicio gratuito a estudiantes de educación básica y media superior, y a personas con discapacidad y de la tercera edad, la cual el Cabildo ha congelado. La misma suerte corre la iniciativa para crear un reglamento para proteger a animales silvestres y exóticos, y las especies en amenaza y peligro de extinción.
Pese a lo anterior, estimaron prioritario atender iniciativas para cambiar un simple nombre al aprobar las modificaciones al reglamento de la administración pública del municipio y al reglamento de protección y bienestar animal, a efecto de la denominación del nuevo Centro de Bienestar Animal Municipal (CEBIAM).
La tarea del Cabildo es clara: pasar del discurso y legitimar las solicitudes de la ciudadanía mediante leyes, así como elaborar soluciones y construir democracia, no fantasmas. Todo ello en coincidencia con el trabajo del presidente municipal Mauricio Góngora Escalante, quien ha recibido reconocimientos nacionales por su buen gobierno.
Un pilar imprescindible de toda democracia es impulsar políticas públicas y dar continuidad a cada proyecto en las administraciones que en su curso van construyendo un marco legal que atienda a los ciudadanos.
La tarea hoy es transformar a México, y es precisamente legislando como se ha logrado consolidar ese cambio y el crecimiento del país.
En este sentido, los ediles de Solidaridad deben atender estos asuntos prioritarios y no dar cabida a la “letra muerta”, a la lucha de partidos ni a los intereses de un grupo.