Opinión

Se buscan candidatos para el PRI

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Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Con las cicatrices abiertas y sin reconstrucción a la vista, el otrora poderosísimo PRI de Quintana Roo está entrando a la recta inicial de la contienda electoral de 2018 visiblemente debilitado y con escasas posibilidades de recuperar posiciones perdidas, ya que a pesar de la decepción creciente causada por algunos frutos podridos del gobierno de alternancia los votantes aún califican al Tricolor como el peor de los males, pues los excesos del oscurantismo borgista aún están frescos en la memoria.

Y es que el PRItanic no ha hecho ni siquiera el intento de sacudirse la mala imagen que le quedó tras un casi-sexenio de pesadilla, que provocó su hundimiento prematuro el año pasado cuando se encontraron de frente con el iceberg Carlos Joaquín, desprendido de sus propias filas.

Para empezar, mantiene en la capitanía de las ruinas del buque a Raymundo King de la Rosa, borgista consumado y político de cortas miras que no ha logrado –ni logrará– costurar las heridas para unir al partido.

Por el contrario, ha sido un constante factor de división y sus antecedentes como operador político en las pasadas elecciones cuando perdieron en grande, es garantía de fracaso futuro.

Porque hasta el momento, el PRI empieza a perfilar como potenciales candidatos a cartuchos quemados, a personajes que están embarrados en mayor o menor medida con el lodo del borgismo y que no tienen oportunidad alguna en las urnas, como lo es el propio Raymundo.

Si de verdad quiere competir, el PRI tiene que buscar a los candidatos idóneos para el momento, y esos son quienes estuvieron más alejados de Borge y su equipo.

Dentro de sus filas, el Tricolor tiene cuadros importantes que cumplen con esa característica y que podrían ser candidatos interesantes y competitivos, aunque es necesario que el partido los valore en esta etapa de crisis.

Uno de esos cuadros es la actual delegada federal del ISSSTE, Cora Amalia Castilla Madrid, política experimentada, con gran trayectoria y buena imagen, que además salió muy bien librada de la etapa negra del priismo porque Borge nunca la quiso y le dio un trato humillante, a pesar de sus tablas.

Cora Amalia soportó estar en la congeladora, se mostró institucional después de haber sido “reprobada” a la mala para quitarle una candidatura a diputada federal que por orden de Roberto Borge era para Arlet Mólgora Glover, y permaneció en el partido mostrando buena cara en los tiempos malos llegando a competir incluso como precandidata a la gubernatura, aunque sin posibilidad alguna por voluntad del entonces gobernador.

Gracias a ello, Cora Amalia es una de las pocas priistas que llega en buena forma a la antesala de 2018 y si existe cordura en el Tricolor debería estar en lo más alto de la lista de posibles candidatos en el sur.

Twitter: @PoliticaQR

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