Opinión

La incertidumbre partidista ante 2018 (Parte II)

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Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Con el derrumbe del PRI, que bajo la dirigencia de Raymundo King de la Rosa no está dejando piedra sobre piedra pues las deserciones y rupturas son el pan de cada día, el Partido Verde aspira a cubrir ese vacío y se prepara para lanzar una ofensiva en todo el estado para posicionar a sus “gallos” en el corto plazo.

Gobernando en la actualidad a la mayoría de los ciudadanos quintanarroenses gracias a sus presidencias municipales en Cancún (Benito Juárez) y Puerto Morelos, el Verde se ha comido al Tricolor y se alista para dictar las condiciones de su previsible alianza para el próximo año.

priistas4Este fenómeno no ha pasado desapercibido para los priistas. El pasado miércoles, durante la renuncia de un batallón de ovandistas que pretenden dar el salto a Morena, Efraín Taleno Canul, priista con 28 años de carrera quien fue dirigente del Frente Juvenil Revolucionario en sus tiempos mozos, declaró que una de las razones por las que dijeron adiós es que el PRI en Quintana Roo se entregó al “Niño Verde”, Jorge Emilio González Martínez.

La aseveración es innegable, y al PRI no le quedaba de otra debido a su manifiesta debilidad. Por lo que se ve en el 2018 el capitán de esa alianza será el PVEM, que ha reforzado su estructura con ex priistas de dudoso pasado como el borgista Israel Hernández Radilla en el sur, y la propia presidenta municipal de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, muy allegada al ex gobernador Félix González Canto.

Minimizar el poderío del Verde sería un error, porque han mostrado que saben jugar muy bien a nivel de cancha, marrullerías incluidas. A golpe de despensas y de una amplia -y costosa- estructura clientelar, se hicieron del control de Cancún y de Puerto Morelos, y ahora pretenden ampliar su zona de influencia en Solidaridad y Chetumal, porque su dueño, el “Niño Verde”, tiene en la mira la gubernatura de Quintana Roo a mediano plazo.

El principal obstáculo para el PAN, PRD y Verde en las elecciones por venir será el emergente Morena, que impulsado por la popularidad inmensa de Andrés Manuel López Obrador y reforzado con figuras de diversas fuerzas políticas que están olfateando la oportunidad de sus vidas, será un hueso muy duro de roer.

Morena decepcionó en 2016 por qué mostró que no tiene nivel para competir en serio. Envió a la lucha a gladiadores esqueléticos y desconocidos, que nunca tuvieron la mínima posibilidad de ganar. A pesar de ello, lograron un buen porcentaje de votación.

Pero en el 2018 esto puede cambiar. Morena ha recibido una falange de ex priistas con el experimentado chetumaleño Eduardo Ovando Martínez, y en breve podría estar anunciado contrataciones de lujo -aunque cuestionables- en el norte de la entidad.

Los rumores colocan al diputado federal priista, José Luis “Chanito” Toledo Medina, como potencial candidato en Solidaridad, y a la multicolor Marybel Villegas Canché en Cancún. Ambos son políticos con popularidad probada, más allá de su origen partidista.

En Chetumal suena fuerte que Efraín Taleno podría ser su candidato a alcalde, y Juan Manuel Herrera en Bacalar, mientras que Eduardo Ovando y José Luis Pech podrían ser la fórmula del partido para el Senado.

El único escollo en el camino de Morena es su tendencia al canibalismo, pues si las fracturas y los pleitos siguen siendo la norma, sus posibilidades se reducen.

En cambio en el Tricolor todavía no se ve la luz al final del túnel. El PRI y su obcecado líder, Raymundo King, no han entendido su nueva realidad y cada día se hunden más en el fango del descrédito.

Pero al PRI no se le puede dar por muerto. Tiene el potencial para reconstruirse y revivir de sus cenizas si se sacude a quienes controlan sus hilos en la actualidad y abren paso a una renovación.

Quizá el factor que causa la mayor incertidumbre en los partidos, es que hasta el momento el gobernador Carlos Joaquín González no ha definido el rumbo político que tomará, estudiando el tablero con cautela antes de mover sus piezas.

El gobernador es una pieza fundamental de este ajedrez político, y su decisión puede cambiar los pronósticos del juego. Todo mundo está expectante…

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