Opinión

El “generoso” PAN

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Imagen--Pan-Generosos

Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Con increíble actitud de perdonavidas, el todavía regidor capitalino y líder municipal del PAN con licencia, Fernando Zelaya Espinoza, lanzó un desafortunado mensaje a través de la red social Twitter que evidencia que los panistas andan en la luna, viviendo en una realidad alterna.

Poco después de anunciar que se separaría de su cargo de regidor para buscar la candidatura a la diputación local, Fernando Zelaya escribió el siguiente tuit: “@CarlosJoaquin En Acción Nacional nos mantenemos abiertos y somos generosos para quienes quieran generar cambios positivos en OPB y QROO!”.

Las palabras no dejan lugar a dudas: para el concejal panista el PAN está realizando un acto de bondad, casi casi de caridad, al abrirle la puerta al pobre ex priista Carlos Joaquín González a la candidatura para la gubernatura.

A Fernando Zelaya se le olvida que el PAN no tiene nada que ofrecer como partido, y que tras la aparición de Morena fueron enviados al sótano, a competir en la liga de los minipartidos que siempre están al borde del descenso por los ridículos porcentajes de votación que alcanzan.

Panista generosoSe le olvidó también que en Quintana Roo el blanquiazul ha navegado en una eterna mediocridad, la cual parece haberse acentuado desde que perdieron la presidencia de la República en 2012 y con ello, a buena parte de sus militantes.

Creo que Fernando se equivocó y no utilizó el término adecuado. En lugar de “en el PAN somos generosos”, debió escribir lo correcto: en el PAN estamos NECESITADOS de un candidato que pueda sacarnos de la barranca.

En todo caso, el partido que si se ha visto generoso es el PRI, tanto así que les regaló a ellos y al PRD un candidato para que abandere su causa. ¡Eso si es verdadero altruismo y generosidad!

La pausa del Papa

Los aspirantes a la gubernatura del Tricolor están que se comen las uñas esperando que la visita del Papa Francisco concluya lo antes posible, pues ésta provocó una pausa obligada que atrasó unos días más la designación del candidato de unidad del PRI.

Con la partida del aspirante incómodo, la tensión de la contienda priista se ha reducido ya que no existe la amenaza de una nueva deserción, sin embargo todavía no hay una definición clara.

En los últimos días y por las circunstancias que ocurrieron la semana pasada los nombres que han subido y cuyas posibilidades de alcanzar la candidatura se tornan más reales que nunca son el del alcalde de Solidaridad, Mauricio Góngora Escalante, quien siempre ha estado entre los punteros debido a su comprobada popularidad, y el del secretario de Gobierno, Gabriel Mendicuti Loría, que como aquella persistente tortuga de la fábula de Esopo que pudo ganarle a la Liebre.

También el diputado federal José Luis “Chanito” Toledo Medina sigue en la pelea, pero ha perdido algo de impulso en las apuestas.

La selección del candidato priista deberá hacerse con sumo cuidado porque tal como se ve el escenario, la batalla por la gubernatura podría reducirse a solo tres contendientes, los tres formados en las filas del PRI: José Luis Pech Várguez por Morena, Carlos Joaquín González por un coctel de partidos, y el elegido del Tricolor, que todavía no ha visto la luz.

La elección a gobernador en el estado será un pleito de hermanos, hijos de la misma madre, pero separados por causas del destino. Al final, el premio quedará en alguien de la misma familia priista.

Pero los pleitos de familia son los más peligrosos por el amplio conocimiento que tienen unos de los otros. Por eso el PRI debe seleccionar al candidato que tengan menos cola que le pisen, que sus flancos estén más blindados, y que ofrezca a la vez una cara conocida y querida por el electorado.

La decisión no es nada fácil, porque todos los aspirantes priistas tienen lo suyo, para bien y para mal. No será la del Papa Francisco, pero los suspirantes a la gubernatura esperan con ansias la bendición de las alturas para el ungido.

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