Tiro Libre
Anwar Moguel
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El día “D” está a la vuelta de la esquina. Restan sólo siete días para que los candidatos a diputados federales en los tres distritos de Quintana Roo midan fuerza en las urnas y los 28 contendientes preparan ya el cierre de sus campañas que, por ley, deberán terminar el próximo jueves 4 de junio, tres días antes de la jornada electoral.
Tradicionalmente, el cierre de campaña es la oportunidad perfecta para los candidatos de mostrar el músculo e intentar meter miedo a sus rivales y, por qué no, convencer a alguno que otro indeciso que se deje impresionar por una multitud coreando el nombre de algún aspirante de equis o ye color.
Por supuesto que por estructura y poder, el PRI es el partido que más aprovecha los cierres de campaña, y tiene un libreto que se sigue a la perfección desarrollando eventos festivos, triunfalistas, que generalmente gozan de una nutrida asistencia gracias a la operación de su aplastante maquinaria.
Pero no nos engañemos. Los cierres de campaña, por multitudinarios que sean, no son un indicador fiable de que uno u otro candidato lleva ventaja sobre sus adversarios, sobre todo si son montajes armados por grupos de profesionales en la materia.
Y es que en el terreno de la movilización de gente, el que tiene más saliva traga más pinole, por lo que la ventaja siempre estará del lado del Tricolor. Los otros partidos “grandes”, el PAN y el PRD, también tienen lo suyo aunque no pueden competir –al menos no en el sur de Quintana Roo– con el partido oficial.
Lo positivo del caso, es que a partir del próximo jueves la ciudadanía podrá descansar del bombardeo mediático electorero en medios de comunicación que se llenan de caras con sonrisas falsas y un inmenso cúmulo de promesas vacías.
A punto del fin del proselitismo, solo en el Distrito 01 con sede en Playa del Carmen el resultado está definido a favor del candidato priista, José Luis “Chanito” Toledo, mientras que en los otros dos distritos las cosas no están tan fáciles.
En Cancún, ciudad que alberga al Distrito 03, el PRD da por hecho que su candidata, la popular ex futbolista Iris Mora Vallejo, mantendrá el balón en su cancha y se quedará con la diputación federal que actualmente ocupa su correligionaria Graciela Saldaña. Por su parte, la alianza PRI-PVEM también asegura que su gallo, Remberto Estrada Barba, será el ganador.
La lucha es entre dos, y no está en juego solo la diputación federal sino la alcaldía de este importante polo turístico que se disputará en 2016. Si Remberto pierde, se puede ir despidiendo de su sueño de ser presidente municipal.
En el Segundo Distrito la cosa está color de hormiga. Tradicionalmente el PRI ha vencido en cada contienda lo que coloca a Arlet Mólgora como favorita natural, pero no se puede confiar, porque vienen apretando fuerte en los últimos días de campaña el panista Mahmud Chnaid Novelo, el perredista Domingo Flota Castillo y el independiente Andrés Ruiz Morcillo.
En la capital, Mahmud Chnaid ha crecido en preferencias justo en el momento del cierre, lo que puede catapultar sus posibilidades. También Domingo Flota ha ganado bonos, mientras que Ruiz Morcillo se ha estancado, pero mantiene buen nivel de popularidad.
El problema para los rivales de Arlet es que en el este distrito hay diez candidatos y muchos son buenos. Además de ellos, está Mauricio Morales Beiza (PT) con muy alta popularidad en Bacalar; Jorge Rejón Chan, un candidato con carisma y que da guerra desde un partido recién nacido; Morena con su cuota de votos lopezobradoristas, a pesar de su fantasmal candidata Yensunni Martínez, por mencionar solo algunos.
Esta situación provocará una atomización del voto que favorece a Mólgora Glover, quien podrá llevarse el triunfo obteniendo solo el voto duro de su partido. Esas son las cuentas del PRI que confía en mantener el control de esta diputación federal, aunque nada está dicho.
Aun perdiendo, varios de los candidatos actuales en este distrito salen ganando con sus campañas, como es el caso de Mahmud Chnaid Novelo, Mauricio Morales Beiza y Jorge Rejón Chan.
De hacer un buen papel y quedar entre los tres primeros lugares, el candidato externo del PAN, Mahmud Chnaid, estaría prácticamente siendo ungido como candidato adelantado del blanquiazul a la presidencia municipal de la capital el próximo año, con la ventaja de que no llegaría siendo un total desconocido y que, además, ya probó en carne propia las vicisitudes de una campaña política.
Lo mismo ocurre en el caso de Mauricio Morales, quien se perfila como el principal retador del PRI en el municipio de Bacalar. El petista ha concentrado sus fuerzas en el décimo municipio y será un hueso muy difícil de roer en el siguiente proceso electoral local.
Jorge Rejón está en lo que le gusta. Su campaña en el Partido Encuentro Social representa mucho de lo que es él, un buen tipo, positivo, que cae bien por su sencillez. Ha hecho proselitismo con tres pesos, a nivel de calle, con la meta de aportar suficientes votos para ayudar al partido a mantener el registro.
Si lo logra, en el PES Rejón Chan puede encontrar el camino a la diputación local, sueño que tiene desde hace varios años.
El periplo de los exámenes magisteriales
Esta semana el magisterio en Quintana Roo estuvo en tensión. La Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) a través de los jefes de sector y supervisores estuvieron trabajando en los pormenores de la primera evaluación a los maestros con propósitos de permanencia, donde una muestra de 574 maestros de educación básica de entre seis y 20 años de servicio serían sometidos a este proceso examinatorio a partir de junio.
La información rápidamente llegó a los profesores, enterados incluso que desde el departamento de Planeación de la SEyC había surgido la lista de nombres de aquellos elegidos para ser evaluados.
Algunos supervisores dieron la información en sus zonas este jueves a los directores y el viernes en ciertas escuelas, aprovechando las reuniones de Consejo Técnico Escolar, donde quedó claro que todo estaba listo para arrancar con los exámenes, uno de los puntos torales de la Reforma Educativa.
Las fechas estaban definidas: del 15 de junio al 3 de julio se iniciaría el proceso con el expediente de evidencias de enseñanza y el informe de desempeño de los maestros a evaluar. En noviembre se aplicaría el primer examen en línea.
El temido examen, ese que fue uno de los motivos de protestas y paros, era ya una realidad apuntalando la aplicación de la Reforma en la materia. Y de repente, todo cambió.
En un giro inesperado la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal suspendió la tarde del pasado viernes de manera indefinida la aplicación de los exámenes, incluyendo los de ingreso y promoción, sin dar mayor explicación del porqué de su decisión.
La información de la suspensión fue confirmada por el secretario de Educación, José Alberto Alonso Ovando, quien se comprometió a dar a conocer los detalles de la situación cuando las autoridades federales les informen acerca del asunto.
En realidad, no hay una posición oficial sobre la suspensión de los exámenes. Algunos atribuyen la acción a un movimiento desesperado del gobierno federal para desactivar el anunciado paro nacional magisterial convocado por la CNTE para este lunes, aunque en los hechos son diez estados controlados por la Coordinadora los que serán afectados.
Otros sospechan que el anuncio fue a raíz de negociaciones con la aguerrida CNTE para evitar el boicot a las elecciones en las entidades donde son mayoría, amenaza que tiene en jaque al gobierno federal.
Las razones reales nadie las sabe, todo se ha reducido a conjeturas lógicas. Lo cierto es que el intempestivo anuncio tomó por sorpresa a todo mundo, a maestros, a autoridades educativas locales y hasta al propio INEE que convocó a una sesión extraordinaria para fijar su postura acerca de la suspensión.
Pero para seguir alimentando la incertidumbre y la conspiranoia, este sábado, horas después de lanzar el comunicado, la SEP desapareció el escueto mensaje de suspensión de evaluaciones de su portal oficial de Internet.
Nadie sabe a qué está jugando la SEP, pero es claro que el titular federal, Emilio Chuayffet, se juega el pellejo con esta decisión que podría ser el principio del fin de la cacareada Reforma Educativa.
