Opinión

El ascenso de Manuel Alamilla

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Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Después de estar contra las cuerdas y en cuenta de protección en sus primeros meses como Oficial Mayor del actual gobierno joaquinista, el chetumaleño Manuel Alamilla Ceballos se logró sacudir los primeros yerros cometidos para superar la recta inicial de aprendizaje, de la que muchos pensaron no saldría con vida política, pues se auguraba su pronta salida del cargo.

En el arranque de la administración de Carlos Joaquín González, Manuel Alamilla estuvo en el ojo del huracán al ser el encargado de la “limpieza” de la burocracia de los entes gubernamentales, trabajo nada grato porque las acusaciones de despidos injustificados impactaron directamente sobre su imagen.

Pero después de ese difícil arranque, el joven Oficial Mayor recuperó el aliento y afinó la estrategia, cambiando también algunas actitudes que no abonaron nada a su causa para enfocarse en el trabajo técnico, que es su fuerte.

Gracias a ello se consolidó en la posición, y en los recientes meses ha empezado a darle un nuevo rostro a la Oficialía Mayor en el aspecto administrativo, lo que ha elevado sus bonos.

Pero su mérito no solo es en el aspecto administrativo, sino también en lo político, pues ha empezado a figurar en eventos de talla nacional donde se desenvuelve como pez en el agua por sus relaciones y amistades con figuras de primer nivel.

Y es que muy pocos políticos del patio pueden presumir de tener contacto directo con personajes de la cúpula del poder, de los que toman las decisiones en el país. Alamilla Ceballos sí, lo cual quedó en evidencia en la pasada asamblea general de la OEA en Cancún, donde convivió en tono amistoso con el ex titular de de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ( SHCP) y actual Secretario de Relaciones exteriores, Luis Videgaray Caso y demás secretarios de estado, relaciones que pueden abrir muchas puertas con la federación.

Estas conexiones políticas no son obra de la casualidad, pues el político chetumaleño laboró por más de una década en la ciudad de México al lado del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwell, destacado integrante del gabinete presidencial, lo que le sirvió para acumular experiencia y relaciones que ahora puede explotar para beneficio del estado.

Con todavía mucho por aprender, Manuel Alamilla es una de las caras jóvenes más destacadas de la política quintanarroense y tiene todo para seguir creciendo, aunque debe tranquilizar su ímpetu y hacer más trabajo de campo, más cerca de la gente para conocer las necesidades, en primer lugar de su municipio y luego del estado, pues los muchos años fuera de su hogar lo han hecho un poco duro y desconfiado.

La novatada ya la pagó, y ahora tiene el camino abierto para seguir ascendiendo.

1 Opinión

  1. SE SIENTE MUY CHAYOTERO EL ARTICULO A LA MAS VIEJA USANZA SERIA BUENO INDAGUES QUIEN O SU RELACION CON LOS PROVEEDORES DE PAPELERIA LONAS Y UNOS NEGOCITOS MAS

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