Opinión

El juego perverso de Raúl Santana le pega a Morena en OPB

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Tiro Libre | Anwar Moguel

El tesorero de la administración municipal más cuestionada en la historia de Chetumal, Raúl Santana Quezada, ha conseguido que más y más capitalinos se decepcionen de Morena justo en la antesala de un competido proceso electoral, ya que por querer “jugar” a la política sucia está afectando a trabajadores, empresarios y proveedores del Ayuntamiento por igual.

El enfado de algunos empresarios locales que proveen servicios e insumos al Ayuntamiento de OPB y de trabajadores que siguen sufriendo con el pago íntegro de sus compensaciones y/o prestaciones está llegando al punto de lo insostenible, y acusan directamente al gris funcionario de estar causando esta afectación de manera dolosa.

Y es que el fondo del asunto es simple: Raúl Santana no pertenece al equipo político del alcalde Otoniel Segovia Martínez, y en su mente pequeñita al poner trabas y obstáculos absurdos a los proveedores para retrasarles el pago o de plano negárselos, y al estar jode y jode a los trabajadores con esquemas legaloides, está “pegándole” a las aspiraciones de sus adversarios dentro del propio partido guinda y “ayudando” a los suyos.

Pero el efecto de sus acciones está provocando justo lo contrario, porque en su guerra de lodo son los ciudadanos, los empresarios, los trabajadores municipales quienes quedan en el fuego cruzado sin deberla ni temerla, y no culpan a Otoniel sino a TODO el Ayuntamiento que preside Morena.

El tesorero está pateando el pesebre y generando más negativos para quien resulte candidato de su partido en la capital, quien ya de por sí tendrá que lidiar con el lastre de esta decepcionante administración.

No es la única travesura de Raúl Santana. Los empleados municipales que sufrieron el recorte de los aguinaldos lo señalan directamente como el autor intelectual de la afectación, después de haber investigado de dónde vino la mala jugada que les quisieron hacer.

Por otra parte, emprendedores chetumaleños que se han acercado a su oficina para presentar proyectos viables, de beneficio para el municipio, algunos de los cuales incluso contaban con recursos gestionados ante la federación para concretarlos, se han llevado solo un portazo en las narices ante la cerrazón del funcionario.

Lo más triste para Raúl Santana Quezada es que sacrificó el apoyo de los ciudadanos y el prestigio que tenía al asumir la tesorería al dejarse envolver en las batallas tribales de Morena dejando de lado su compromiso con los capitalinos.

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